Centro Estética, Depilación Láser y Bronceado
El láser de diodo es una herramienta precisa, exacta, óptima para la utilidad para que fue diseñado y fabricado. Es una emisión estimulada que genera un haz de luz con una única longitud de onda y en la misma dirección. Las características de este tipo de luz son:
– Unidireccional: La luz láser se emite en línea recta, en una única dirección.
– Monocromática: de un color, específico para ser absorbido por la melanina, el pigmento que es contenido por el vello y la piel y que les da su color.
– Una única longitud de onda.
– Coherente: no presenta divergencia.
– Intensidad: concentra la radiación en un solo punto, por tanto con gran energía.
Por lo tanto, capta de manera selectiva esta melanina y profundiza hasta llegar a la raíz del vello, destruyendo de manera progresiva las células que lo originan.
Nuestro equipo es 100% diseñado y fabricado en España, con todas las certificaciones y homologaciones exigidas a nivel Europeo, con la última tecnología y un cabezal ultrarefrigerado que confiere una mayor seguridad, efectividad y confort, logrando reducir el número de sesiones totales, y que estas sean mucho más agradables y menos molestas, siendo realmente eficaz incluso sobre pieles morenas.
Se considera que se ha conseguido un buen resultado cuando ha desaparecido el 85-90% del vello, el resto estará mas fino y y el poco vello que reaparece crece más lentamente y es más ligero y fino.
Sin embargo, siempre hay folículos pilosos en fase de reposo, y motivos hormonales (embarazo, menopausia, alteraciones y tratamientos hormonales, estrés, etc.) o hereditarios, pueden influir en su recrecimiento.
El vello se va eliminando de manera progresiva. El número de sesiones depende fundamentalmente del color y grosor del pelo, de la piel, el sexo de la persona, su momento hormonal, e incluso de la zona a tratar. Entre sesiones puedes seguir depilándote, pero siempre utilizando métodos que no arranquen el pelo, como la cuchilla o cremas depilatorias, evitando la cera, pinzas, etc. ya que resta eficacia al método.
La duración del tratamiento va a depender del crecimiento del vello, que también va a variar de unas zonas a otras. En un principio, las sesiones serán necesarias cada 2 meses aproximadamente (en el rostro será recomendable cada menos tiempo), pero progresivamente se irán espaciando, ya que el folículo estará cada vez más debilitado, hay menos vello y el queda tarda más en volver a salir, así hasta desaparecer.
Lo ideal es hacerse las sesiones en el plazo recomendado por el profesional para terminar en el menor número de sesiones posible.
Aún así es casi imposible establecer un número de sesiones en concreto, puesto que varía mucho de unas personas a otras. En la cara serán necesarias como mínimo entre 6 y 12 sesiones, y en el resto del cuerpo al menos 6-10 sesiones, dependiendo de cada caso.
El bono de sesiones de láser de diodo, tiene una caducidad máxima de tres año, son unipersonales.
Pueden tratarse prácticamente todas las partes del cuerpo, a excepción de las genitales masculinos y aquellas zonas donde el disparador pueda alcanzar directamente a los ojos, como las cejas.
No se pueden depilar con láser de diodo zonas con heridas, enrojecimiento, edemas, eritemas, costras, quemaduras, irritación, dermatitis o cualquier alteración del estado normal de la piel. Tampoco se debe depilar con láser de diodo tatuajes, lunares, manchas oscuras o cualquier zona hiperpigmentada.
Asimismo, tampoco se pueden depilar con láser de diodo zonas depiladas en los últimos días mediante sistemas de eliminación de vello de raíz (cera, pinzas, etc.).
Antes de realizarse la sesión de láser de diodo la persona deberá tener la piel bien hidratada, y hay que evitar exponerse al Sol o rayos UVA al menos 10-15 días antes.
Durante los dos días siguientes a la sesión, hay que evitar el agua caliente sobre la zona depilada. Es recomendable limpiar suavemente la piel tratada con agua tibia e hidratarla con humectante adecuado. El maquillaje sí puede ser aplicado.
Se recomienda usar hidratantes como Aloe Vera los 10/15 días siguientes a la sesión (así como antes), utilizar protector solar FTP 50, no exponerse al Sol ni a rayos UVA durante los 10-15 días siguientes a haberse realizado la sesión.
En la primera sesión no es conveniente venir rasurado/a al centro para poder determinar el tipo de vello, en posteriores sesiones se puede rasurar la persona uno o dos días antes de venir al centro para que el vello tenga la longitud de 1 a 3 milímetros, y así la luz emitida se absorba por la melanina del pelo, sirviéndonos de conductor hacia el folículo piloso y la depilación sea adecuada. Si la persona no se puede rasurar uno o dos días antes no hay inconveniente, puesto que se le rasura en el propio centro.
Depende de la zona a tratar, por ejemplo, unas piernas alrededor de 45 minutos, las axilas 3-5 minutos y el labio superior un minuto.
Las sesiones son prácticamente indoloras, se siente una pequeña molestia que variará según la sensibilidad de la persona y la zona a tratar, de la densidad pilosa y de la intensidad aplicada. Además, hay que tener en cuenta que las sesiones son bastante rápidas y que los posibles efectos secundarios (enrojecimiento de la zona o edema perifolicular) se pasan en unas pocas horas.
Antes de iniciar el tratamiento se realizarán una serie de preguntas para detectar posibles contraindicaciones, como por ejemplo, embarazo, lactancia (por los cambios hormonales que se producen en el cuerpo de la mujer en ese periodo, siendo incompatibles dichos cambios con la fotodepilación), diabetes mal controlada, epilepsia, si se está tomando algún tipo de medicamento fotosensible, queloides, tatuajes, piel deshidratada, recientemente bronceada, muy pigmentada, oscura o negra, casos de fiebre o infección aguda, si la persona es fotosensible,etc. Si hubiera alguna variación en la persona durante el tratamiento es recomendable que se lo comente al profesional, así como cualquier duda que se tenga.
En algunos casos puede aparecer un enrojecimiento en la zona tratada que desaparece a las pocas horas. Es recomendable la utilización de Aloe Vera, sus efectos son calmantes, regeneradores e hidratantes. También sería conveniente la utilización de un factor de protección solar si vamos a tener las zonas depiladas por láser de diodo expuestas al Sol (tanto antes, como después de las sesiones) para eliminar los posibles daños que se puedan producir como consecuencia de la deshidratación que produce la depilación por láser de diodo.
No. Aunque desde la primera sesión ya se está depilando y eliminando vello. El pelo tiene un ciclo en el que pasa por una serie de fases. En líneas generales cualquier zona con pelo (menos en el cuero cabelludo) se renueva en un tiempo que va de los 4 meses del labio superior a los 12 meses de las piernas. Sólo en la fase en que está cargado de pigmento (anágena), que supone una parte del tiempo total del ciclo, es cuando es susceptible de destruirse. El pelo que está con el bulbo miniaturizado y sin pigmento, no captará energía y volverán a salir en el próximo ciclo. En cada sesión se podrán destruir sólo el porcentaje de vello que esté en la fase anágena (fase activa de crecimiento) que, aproximadamente es un 15%-25% del pelo que tengamos en ese momento.
Cualquier época es buena para realizar el tratamiento, ya que su efectividad no depende de las condiciones medioambientales y sus efectos no modifican la vida cotidiana de la persona. Por lo tanto, todo el año es igual de efectivo, siempre y cuando la piel no esté recientemente bronceada.
Lo ideal para evitar problemas, es no tomar el Sol en la zona a depilar por láser de diodo, ni 10-15 días antes, ni 10-15 días después de realizarse la sesión, aplicarse una crema especial hidratante y calmante (principalmente Aloe Vera) antes y después de las sesiones y ponerse protección solar FTP 50 si hay posibilidades de que le pueda dar el Sol en esa zona.
Hace años se aconsejaba realizar el tratamiento a partir de los 18 años esperando a la mayoría de edad. En la actualidad, es uno de los servicios más demandados por la/os jóvenes y se realiza sin riesgos como cualquier otro sistema de depilación, dándoles solución a los problemas de vello. Si se es menor de edad, es necesario que padre, madre o tutor firmen el consentimiento.
La depilación con láser de diodo funciona porque el bulbo del pelo absorbe la luz y al calentarse quema la célula germinal que está en contacto con ella. Si depilamos con cera y arrancamos el bulbo, la depilación con láser de diodo no hace ningún efecto hasta que éste vuelve a crecer, como mínimo unas tres semanas después de la depilación. Tampoco se deben usar sistemas de decoloración del pelo.
Se llama fotodepilación a la depilación que se realiza con luz. Esta luz para ser efectiva tiene que tener unas características especiales de forma que sólo el color marrón o negro del bulbo del pelo la absorban (los resultados óptimos se obtienen con el pelo negro, fuerte y duro), lo calienten y por contacto, quemen las células germinales que hay en la base del pelo (a estas características se les llama longitud de onda de la luz). Cualquier método resulta ineficaz con el pelo cano, por la ausencia de melanina en el mismo.
Dentro de la fotodepilación existen dos sistemas: la Luz Pulsada o IPL y el Láser. Ambas se basan en la luz como destrucción de pelo (fototermólisis selectiva).
Las diferencias fundamentales hacen referencia al tipo de luz: La luz del Láser es monocromática y unidireccional, la Luz Pulsada o IPL, en cambio, es policromática y dispersa.
La fotodepilación con Luz Pulsada tiene también una serie de ventajas como el eliminar considerablemente los problemas de foliculitis (pelos enquistados), las lesiones acnéicas, disminuir la tonalidad de las manchas, la mejora en el aspecto de la piel (fotorejuvenecimiento) y no maltrata la piel. La tecnología IPL (Luz Pulsada Intensa) en fotodepilación, ofrece un tratamiento no invasivo para la eliminación del pelo y resultados de larga duración.
En la mayoría de los casos se disminuye el vello en un mínimo del 80 u 85%, y el poco vello que reaparece crece más lentamente y es más ligero y fino.
Una vez finalizado el tratamiento serán necesarias sesiones de recordatorio para mantener los resultados, el vello que podría quedar (que tardará en crecer más tiempo y en menor grosor que anteriormente) se podrá eliminar con cualquier método de depilación, como pinzas, cuchilla, cera…
Sin embargo, siempre hay folículos pilosos en fase de reposo, y motivos hormonales (embarazo, menopausia, alteraciones y tratamientos hormonales, estrés, etc.) o hereditarios, pueden influir en su recrecimiento.
El número de sesiones depende fundamentalmente del color y grosor del pelo, de la piel, el sexo de la persona, su momento hormonal, e incluso de la zona a tratar. Entre sesiones puedes seguir depilándote, pero siempre utilizando métodos que no arranquen el pelo, como la cuchilla o cremas depilatorias, evitando la cera, pinzas, etc. ya que resta eficacia al método.
La duración del tratamiento va a depender del crecimiento del vello, que también va a variar de unas zonas a otras. En un principio, las sesiones serán necesarias cada 6 semanas aproximadamente (en el rostro será recomendable cada menos tiempo), pero progresivamente se irán espaciando, ya que el folículo estará cada vez más debilitado, hay menos vello y el queda tarda más en volver a salir, así hasta desaparecer.
Si la persona espera más de 3 meses entre sesión y sesión tendrá la sensación visual de tener más vello, puesto que hay una parte del vello que queda “dañado”, antes de ser eliminado, y tarda unos 3-5 meses en salir.
Lo ideal es hacerse las sesiones en el plazo recomendado por el profesional para terminar en el menor número de sesiones posible.
Aún así es casi imposible establecer un número de sesiones en concreto, puesto que varía mucho de unas personas a otras. En la cara serán necesarias como mínimo entre 8 y 12 sesiones, y en el resto del cuerpo al menos 8-10 sesiones, dependiendo de cada caso.
El bono de sesiones de fotodepilación, tiene una caducidad máxima de tres año, son unipersonales.
Pueden tratarse prácticamente todas las partes del cuerpo, a excepción del orificio auditivo, vello de la nariz y aquellas zonas donde el disparador pueda alcanzar directamente a los ojos, como las cejas.
No se pueden fotodepilar zonas con heridas, enrojecimiento, edemas, eritemas, costras, quemaduras, irritación, dermatitis o cualquier alteración del estado normal de la piel. Tampoco se deben fotodepilar tatuajes, lunares, manchas oscuras o cualquier zona hiperpigmentada.
Asimismo, tampoco se pueden fotodepilar zonas depiladas en los últimos días mediante sistemas de eliminación de vello de raíz (cera, pinzas, etc.).
Antes de realizarse la sesión de fotodepilación la persona deberá tener la piel bien hidratada, y no deberá tener la piel bronceada (hay que evitar exponerse al Sol o rayos UVA al menos 3 semanas antes).
Durante los dos días siguientes a la sesión, hay que evitar el agua caliente sobre la zona depilada. Es recomendable limpiar suavemente la piel tratada con agua tibia e hidratarla con humectante adecuado. El maquillaje sí puede ser aplicado.
Durante los dos días siguientes a la sesión, hay que evitar el agua caliente sobre la zona depilada. Es recomendable limpiar suavemente la piel tratada con agua tibia e hidratarla con humectante adecuado. El maquillaje sí puede ser aplicado.
Se recomienda usar hidratantes como Aloe Vera los 10/15 días siguientes a la sesión (así como antes), utilizar protector solar FTP 50, no exponerse al Sol ni a rayos UVA durante las 2-3 semanas siguientes a haberse realizado la sesión.
En la primera sesión no es conveniente venir rasurado/a al centro para poder determinar el tipo de vello, en posteriores sesiones se puede rasurar la persona uno o dos días antes de venir al centro para que el vello tenga la longitud de 1 a 3 milímetros, y así la luz emitida se absorba por la melanina del pelo, sirviéndonos de conductor hacia el folículo piloso y la depilación sea adecuada. Si la persona no se puede rasurar uno o dos días antes no hay inconveniente, puesto que se le rasura en el propio centro.
Depende de la zona a tratar, por ejemplo, unas piernas alrededor de una hora, las axilas 10 minutos y el labio superior unos pocos minutos.
Las sesiones son prácticamente indoloras, se siente una pequeña molestia que variará según la sensibilidad de la persona y la zona a tratar, de la densidad pilosa y de la intensidad aplicada. Además, hay que tener en cuenta que las sesiones son bastante rápidas y que los posibles efectos secundarios (enrojecimiento de la zona o edema perifolicular) se pasan en unas pocas horas.
Antes de iniciar el tratamiento se realizarán una serie de preguntas para detectar posibles contraindicaciones, como por ejemplo, embarazo, lactancia (por los cambios hormonales que se producen en el cuerpo de la mujer en ese periodo, siendo incompatibles dichos cambios con la fotodepilación), diabetes mal controlada, epilepsia, si se está tomando algún tipo de medicamento fotosensible, queloides, tatuajes, piel deshidratada, recientemente bronceada, muy pigmentada, oscura o negra, casos de fiebre o infección aguda, si la persona es fotosensible,etc. Si hubiera alguna variación en la persona durante el tratamiento es recomendable que se lo comente al profesional, así como cualquier duda que se tenga.
En algunos casos puede aparecer un enrojecimiento en la zona tratada que desaparece a las pocas horas. Es recomendable la utilización de Aloe Vera, sus efectos son calmantes, regeneradores e hidratantes. También sería conveniente la utilización de un factor de protección solar si vamos a tener las zonas fotodepiladas expuestas al Sol (tanto antes, como después de las sesiones) para eliminar los posibles daños que se puedan producir como consecuencia de la deshidratación que produce la fotodepilación y fototerapia.
No. Aunque desde la primera sesión ya se está depilando y eliminando vello. El pelo tiene un ciclo en el que pasa por una serie de fases. En líneas generales cualquier zona con pelo (menos en el cuero cabelludo) se renueva en un tiempo que va de los 4 meses del labio superior a los 12 meses de las piernas. Sólo en la fase en que está cargado de pigmento (anágena), que supone una parte del tiempo total del ciclo, es cuando es susceptible de destruirse. El pelo que está con el bulbo miniaturizado y sin pigmento, no captará energía y volverán a salir en el próximo ciclo. En cada sesión se podrán destruir sólo el porcentaje de vello que esté en la fase anágena (fase activa de crecimiento) que, aproximadamente es un 15%-25% del pelo que tengamos en ese momento.
Cualquier época es buena para realizar el tratamiento, ya que su efectividad no depende de las condiciones medioambientales y sus efectos no modifican la vida cotidiana de la persona. Por lo tanto, todo el año es igual de efectivo, siempre y cuando la piel no esté demasiado bronceada. Lo ideal para evitar problemas, es no tomar el Sol en la zona a fotodepilar, ni 2-3 semanas antes, ni 2-3 semanas después de realizarse la sesión, aplicarse una crema especial hidratante y calmante (principalmente Aloe Vera) antes y después de las sesiones y ponerse protección solar FTP 50 si hay posibilidades de que le pueda dar el Sol en esa zona.
Hace años se aconsejaba realizar el tratamiento a partir de los 18 años esperando a la mayoría de edad. En la actualidad, es uno de los servicios más demandados por la/os jóvenes y se realiza sin riesgos como cualquier otro sistema de depilación, dándoles solución a los problemas de vello. Si se es menor de edad, es necesario que padre, madre o tutor firmen el consentimiento.
La fotodepilación IPL funciona porque el bulbo del pelo absorbe la luz y al calentarse quema la célula germinal que está en contacto con ella. Si depilamos con cera y arrancamos el bulbo, la fotodepilación no hace ningún efecto hasta que éste vuelve a crecer, como mínimo unas tres semanas después de la depilación. Tampoco se deben usar sistemas de decoloración del pelo.
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Depilación con cera tibia y caliente, tanto a hombres como mujeres.
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